de-sar-ma-da

Me siento desarmada. Ya ni se porqué es. Mis días son muy intensos, y por alguna razón no quiero saber que me depara el tiempo, el destino. Me veo a mi misma juntando partes de mi ser que se me van perdiendo, se me van cayendo por el camino, y después, destruída, débil, me tengo que armar, como si fuese un rompecabezas.

Espero no equivocarme más; vivo rodeada de situaciones en las cuales me siento totalmente demás, totalmente perdida, sin rumbo, sin salida. Me vivo enfrentando a personas que amo, que quiero, que admiro y que respeto muchisimo. Siempre, por alguna razón, por más mínima que sea, tengo que dejar mi orgullo al costado y dar la cara para que no se destruya algo que considero extremadamente esencial para mí. Paso la mayor parte de mis horas tratando de explicar excusas cansadoras, ciertas, pero que cansan.

Siento que mi vida y yo somos una paranoia, que a veces nos encerramos en nosotras mismas, sin apenas conocernos. Por momentos se me cruzan preguntas por la mente que solo delirando las puedo responder.

Ya ni se porqué hago lo que hago, por que soy como soy, ni porque quiero como quiero, etcétera.

Tengo una mente ambiciosa que desea obtener mas sin saber ni si quiera lo que anhela.